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    martes, junio 25, 2013

    NO TROPEZAR EN LA PIEDRA DE OTROS.

    De todos es conocidos que nos encontramos en un proceso crucial para el Club Baloncesto Canarias, que nos llevará a convertirnos en una entidad o club de la ACB. Pese a todas las dificultades por la que hemos pasado en estos últimos años, “Nuestro C.B. Canarias” persevera en sus objetivos; de desarrollo, de estabilidad y de implantación, sabiendo que con nuestras señas de identidad, representamos a la provincia de Tenerife en la élite del baloncesto español.
    En tal sentido, todo pasa por la conversión del Club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD).
    Son varios temas que nos preocupan, el más importante es el llegar a cubrir el capital social inicial, aunque ciertamente confiamos en ello. Otro, sería, el día después, cuando consigamos constituirnos en SAD. Nos intranquiliza que ese capital inicial, se utilice en su totalidad, aunque se pueda hacer.
    Una vez constituido el C.B. Canarias en SAD, éste puede usar el capital que tiene para desarrollar su actividad. Esos recursos sólo está "cautivo" en una entidad bancaria mientras se realiza los tramites de constitución y registro de la sociedad.
    Es cierto que el capital social son la primera fuente de financiación. Fuente de financiación que proviene de los accionistas. Ese peculio de financiación sirven para adquirir bienes o derechos necesarios para llevar a cabo la actividad del C.B. Canarias. La utilización de total de esos recursos, en la no generación de patrimonio, implicaría a corto plazo, una reducción drástica del capital social, cuyo resultado viene en uno o varios ejercicios con pérdidas.
    Estamos hablando de la descapitalización, y que se produce cuando el valor de las deudas superan los activos, lo que provocaría una situación muy difícil, y un ejemplo de ello, lo tenemos muy cercano; Tenerife CB SAD, entidad descapitalizada, que se encuentra en situación de quiebra, cuyo neto patrimonial está en negativo.
    En este sentido, se puede aprender de los errores de uno mismo, pero aprender de los errores de otros es dar dos pasos hacia delante.