“La Historia es la gran maestra de la vida”. “Aquellos que no conocen su historia están condenados a repetirla”. “Para saber quién eres necesitas saber de dónde vienes”. Todas estas frases, al igual que otras muchas por el estilo, tienen en común una misma protagonista, la Historia, como disciplina que ilumina la penumbra del pasado permitiéndonos conocernos, entendernos a nosotros mismos y, gracias a eso, situarnos correctamente.
Ello, nos da pié para adentrarnos en la historia que sigue viva entre algunos aficionados... al recordar unos hechos, que por desconocimiento o quien sabe porqué, se han adulterado por algunos.
Por ello, y para evitar, que sigan perdidos, aportamos aquí nuestra vivencia, de un convulso período que se sitúa en la primera seudo-fusión, donde el C.B. Canarias tomó la determinación de decir: ¡Nunca más! (“El Hombre es el único animal que tropieza dos veces con la mismas piedra”)
Aquella primigenia tentativa de fusión, se inició de forma subrepticia, y terminó siendo un rotundo desastre, del cual salieron; el que es hoy el Tenerife C.B. SAD. y el Cantera Base 1939 Canarias, que tomaba la representación del Club Baloncesto Canarias.
En el transcurso de año 1996, se instaló un maremagnum entre muchos aficionados del Canarias, que se atrincheraron en la perplejidad y en la negativa de ser participes de una fusión que les llevaba a la desaparición. A partir de ahí, surgió la idea de un grupo de aficionados aurinegros, para crear un Club.
El propósito y el objetivo ÚNICO de esos aficionados, al crear ese Club, era devolverle al C.B. Canarias, la identidad perdida en la fusión del baloncesto.
Con mucha ilusión y esfuerzo, se encontró, y por casualidad, con un equipo, que se creó por los hijos de Don Santiago Martín, y cuya denominación, correspondía, al nombre de su padre: Club Baloncesto Santiago Martín.
Tras varias reuniones con los hijos de Don Santiago Martín, se llegó a un acuerdo, y se nos cedió los derechos del equipo, y se tomó el camino que habíamos trazado.
Significar que el citado equipo, jugaba un sobrino de Don Santiago Martín, además, carecía de estructura y de la correspondiente legalización, aspecto que fue solucionado por ese grupo de aficionados del Canarias.
Cuando se inició la competición, se desconocía, y por la situación convulsa de la propia fusión, que “un loco”, llamado Don Roberto Marrero, había abordado una magnífica locura, tomado al C.B. Canarias con la intensión y los mismos propósitos que ese grupo de aficionados que habían sacado a escena el Club Baloncesto Santiago Martín, y que se enfrentó, ironía del destino, al C.B. Canarias, y que llegó a ganarle.
Obviamente, y cuando se averiguó con certeza, que el Canarias, era el Canarias, y no era otro Club, a partir de ese instante, el Club Baloncesto Santiago Martín, cesó su actividad, y comenzó apoyar al Club de nuestra devoción; el Club Baloncesto Canarias.
Éstos fueron los hechos, y que modestamente aportamos a la historia del C.B. Canarias, que lejos de ser insólito, supone el conocimiento de lo que aconteció, y que algunos han intentado adulterar o manipular las intensiones de aquellos que siempre han tenido un sentimiento inquebrantable hacia el Canarias.
pues por ahi se habia lanzado una mentira y me parece que con muy mala lech... (con perdon). Y es que conta de hacer daño cualquier cosa vale.
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